El andar del trovador
A veces te miro y tiemblo, pensando que eres un espejismo
esperando que un día despierte y no estés
volviendo a ser mas de lo mismo.
Nunca creí en cuentos de hadas
así somos los hijos del abismo
me nubla la imagen de ver bajar bragas
y allí es donde pierdo mi norte
cayendo en el movimiento de caderas y su ritmo.
Ante las tabernas y sus olores, mi expectación
Los licores y sus sabores, mi desazón
A los viejos camaradas y sus cuentos bordes, mi corazón
y las mujeres de curvas fuertes, mi perdición.
Pero... Los bares cierran
el licor se acaba
los amigos te traicionan
y las mujeres se van. Ahora... ¿Donde encontrare el próximo bar?
Así se volvió la vida de este trovador taciturno
No busco amor eterno
se lo digo siempre a la compañera de turno
y por eso heme aquí llevando maleta al hombro cual vagabundo.
Entre lineas que lentamente mueren cuento mis penas
no se si sere maldito por mi nombre o lo llevare en las venas
solo se, que esta noche me abrazan un par de piernas nuevas
mientras mi alma sigue fría y mi ser se adapta a ella... Mi nueva amante de Tebas.
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