Antes del viaje.

Antes del viaje

"Si las malas decisiones fueran lecciones

podrías llamarme maestro".

Las mejores lecciones que jamas recibí

no fueron en una gris escuela

sino en mis días de frenesí

las calles traen mas que perdición, escucha esa moraleja.

Mucho antes de comenzar la travesía

por la que aprendí que los versos eran mas que arte

ya vivía uniendo lo real y la fantasía

antes de comenzar mi historia, ya había conocido marte.

De la vida como todos, inocente

del que dirá el resto, indiferente

aunque pocos lo crean, decente

y de la unión de mis actos y palabras, incoherente.

Desde temprana edad me entregue al amor

mejor dicho, la pasión y la lujuria

como tonto, cometí varias veces el mismo error.

En mas de una ocasión comprendí que no todo se dice con palabras

que el mejor veneno se encuentra en los labios de una mujer

y que en buen verso hiere mas que las balas

muchas cosas de joven aprendí, la mayoría fue a la mala.

A temprana edad comprendí los demonios que guardan las grandes sonrisas

y lo fácil que un roce de piel los sentidos agudiza

el como uno pierde la cordura por unos labios sabor miel
y lo tentadora que se hace una mirada bajo la luz roja de cierto anaquel.

Aprendí muchas cosas que hoy no le muestro a nadie
que aunque para muchos no sean necesarias
para mi lo son como el aire.


Todo lo que esos días viví
las cosas que a los golpes aprendí
las aprecio mas que al oro
porque las heridas que sufre el cachorro
las recuerda siempre el lobo.


Y aquí sentado en esta roca mirando el oleaje
suspiro a la nada
mientras escribo sobre lo que aprendí
antes de comenzar el viaje.